Fuente: Healthy Children

La intrarrotación, una condición muy común entre los niños, sucede cuando caminan con la punta de los pies orientada hacia dentro. ¿Por qué ocurre y cómo puede tratarse?

Es muy frecuente que los niños pequeños caminen con los pies hacia dentro. Los padres suelen percibir esta característica por primera vez cuando el bebé empieza a andar. En general, la intrarrotación se corrige de manera natural en los niños menores de 8 años y no requiere ningún tipo de tratamiento, ya que no suele causar dolor. En el caso de que produzca dolor, hinchazón o cojera, necesitará ser evaluado por un podólogo o cirujano ortopeda infantil según sea el caso .

Normalmente, la gravedad y el tratamiento de la intrarrotación dependen de la causa que provoque esta forma de caminar.

Existen tres causas principales que pueden generar que los niños caminen con los pies hacia dentro:
1. Metatarsus adductus

La intrarrotación se debe a que los pies están curvados hacia el interior. Normalmente, ocurre durante la infancia y es producto de la colocación del bebé antes de nacer, en un espacio tan reducido como el útero. Los padres pueden identificar el metatarsus adductus cuando la parte delantera del pie del niño gira hacia dentro cuando está en descanso, o si el lado exterior del pie está arqueado como una media luna.

Esta condición suele mejorar por sí sola, en la mayoría de casos, durante los primeros 4 o 6 meses de vida. Por ello, muy pocas veces necesita tratamiento. Cuando, pasados los 6 meses, el bebé aún tiene una curva muy pronunciada y los pies muy rígidos, es recomendable acudir a un ortopedista pediátrico; éste puede recomendar un tratamiento con yesos con el objetivo de corregir la condición antes de que el niño empiece a andar.
2. Torsión tibial interna

Cuando un niño aún camina hacia dentro pasados los 2 años, es posible que se deba a que la tibia tiene una deformación hacia dentro.

Este problema suele mejorar por sí solo sin tratamiento, y normalmente desaparece antes de la edad escolar.
3. Torsión femoral medial

Es la causa más probable de que un niño aún padezca intrarrotación entre los 3 y los 10 años. Se trata de una deformación hacia dentro del hueso del muslo (fémur), que provoca que las rodillas y los pies señalen hacia dentro al caminar. En general, también se corrige de forma natural, aunque tarda más tiempo. Cuando la malformación no se ha corregido por sí sola pasados los 10 años de edad, es posible que el doctor considere la cirugía para corregir la intrarrotación.

No debes preocuparte en exceso de la intrarrotación a edades tempranas. Puede ser que, al principio, provoque que el niño se tropiece, pero el problema suele corregirse. En este sentido, la mejor opción es esperar a que la condición se corrija de forma natural.

Los niños que padecen intrarrotación podrán participar en cualquier actividad física y practicar cualquier deporte. Tampoco tienen más probabilidades de padecer artritis o problemas de espalda, como a veces se cree. En el caso de que la intrarrotación de tu hijo empeore, acude al médico para una revisión.

Referencias bibliográficas:

Con la punta de los pies orientada hacia dentro (intrarrotación). Healthy Children, American Academy of Pediatrics, 2013.

Intoeing in children (pigeon toes). The Children’s Hospital at Westmead, Sydney Children’s Hospital & Randwick & Kaleidoscope, 2010.

Intoeing. American Academy of Orthopaedic Surgeons, 2011

 

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